lunes, 1 de octubre de 2018

Resumen. Un paso por delante de la bolsa

Un paso por delante de la bolsa. Peter Lynch
El retraso de la calle. No hay que esperar a comprar una acción cuando ya la tienen las instituciones y se han hecho mil publicaciones sobre ella.
Una casa hace de perfecto cojín contra la inflación.
Parece como si siempre estuviéramos preparándonos para lo último que ha sucedido, y no a lo que va a  suceder. Como hicieron los mayas, se protegían de los desastres pasados, no de los futuros.
Cuando los vecinos me dicen qué debo comprar y me arrepiento de no haberles hecho caso, es señal segura de que el mercado ha llegado a su tope y está apunto de empezar el declive.
Las personas que analizan cosas se encuentran con numerosas oportunidades de elegir acciones. (En mi caso mundo IT).
Si se hiciera una encuesta a todos los médicos, estoy seguro de que muy pocos habían invertido en acciones relacionadas con su trabajo y muchos en acciones petrolíferas.
Hay que invertir en aquello que se conoce.
El hecho de que X esté siempre hasta la bandera o de que Y tenga más pedidos de los que pueda satisfacer no significa que usted deba hacerse con la acción. Todavía no. Primero hay que desarrollar la historia. De hecho, esta fase de  investigación personal es tan importante para su éxito como su promesa de ignorar las variaciones a corto plazo del mercado. El mismo matrimonio que se pasa un fin de semana buscando el billete más barato a Londres se compra 500 acciones de XXX sin gastar 5 minutos informándose sobre la compañía.
Si usted está deliberando sobre comprar o no acciones de una compañía con un producto fuerte, lo primero que debe saber es qué porcentaje de las ganancias representa ese producto para la compañía.
Compañías grandes, movimientos pequeños.
  • Crecimiento lento.
  • Sólidas son acciones que yo compro para obtener una ganancia del 30 al 50 por ciento y que vendo para repetir el proceso con otras acciones que continúen subestimadas. (Podemos deducir que Large y > 50% es dificil)
  • Crecimiento rápido. Hay una cantidad de riesgo considerable en las acciones de crecimiento rápido, especialmente entre las compañías más jóvenes, con su tendencia al entusiasmo exagerado y a la financiación escasa. Cuando a una compañía le falla la financiación suele acabar en la quiebra. La bolsa tampoco mira con buenos ojos a las acciones de rápido crecimiento que de repente se quedan sin gas y se convierten en lentas. Cuando eso sucede, la acción recibe su palo correspondiente.
  • Cíclicas. Los automóviles y las aerolíneas, las que fabrican ruedas, las de acero y las químicas son todas compañías cíclicas. Al salir de una recesión, y de cara a una economía fuerte, las cíclicas florecen y el precio de sus acciones tienden a subir mucho más velozmente que el de las sólidas. Esto es comprensible, puesto que la gente tiende a comprar más coches y a viajar más en avión dentro de una economía fuerte, y hay mayor demanda de acero, productos químicos… Pero si la economía no va bien las cíclicas sufren y lo mismo les pasa a los bolsillos de los accionistas. Se puede perder entre 50% - 80% si se compra en mal momento. Hay que tener cuidado de no confundir una cíclica con una sólida.
  • Recuperables
  • Juegan con baza (¿moat?). Las bazas están por todas partes. Se necesita conocer bien a las compañías que las poseen, pero una vez hecho esto todo lo que hace falta es paciencia.
Basar una estrategia de inversión en máximas generales del tipo de “venda cuando doble su dinero”, “venda al cabo de dos años” o “limite sus pérdidas vendiendo cuando el precio haya caído un 10 por ciento” es pura tontería. Es sencillamente imposible encontrar una fórmula genérica que se pueda aplicar a todos los diferentes tipos de acciones. Clasificar las acciones por categorías es el primer paso para desarrollar la historia.
Cuando alguien me dice, “cualquier idiota podría dirigir ese negocio”, para mí es un punto positivo porque es probable que, más tarde o más temprano, algún idiota acabe dirigiéndolo.
Suena aburrido o, mejor aun, ridículo. No hay que dejarse influir por los nombres de las empresas. Si el nombre de una empresa no suena bien, es posible que la gente no se fije en ella. Nosotros tenemos que mirarlas igualmente, aquí hablamos de hacer dinero, no de tener empresas guay.
Hace algo aburrido. Una compañía que hace cosas aburridas es casi tan buena como una con nombre aburrido, y si reúne las dos cosas es maravilloso. Eso mantendrá alejados a los profesionales de la bolsa hasta que las buenas noticias les obliguen a comprar, elevando aún más el precio. Esta misma regla la podemos aplicar a las empresas que hagan algo “desagradable” como por ejemplo reciclaje de aceites.
La compañía es un vástago. Resultan ser inversiones altamente lucrativas, suelen disfrutar de un buen estado de cuentas y estar bien preparados para salir adelante. Si se les concede la independencia pueden recortar gastos o tomar medidas creativas.
Las instituciones no la compran y a los analistas no les interesa. Si usted encuentra una acción sin ningún propietario institucional, ha encontrado usted una posible ganadora.
Los rumores abundan: La empresa esta relacionada con vertidos tóxicos y/o la mafia. Waste Management.
Hay algo deprimente acerca de la compañía. Entierros
Es una industria de crecimiento cero. Tan pronto como una compañía de computadores diseña el mejor procesador de textos del mundo, otras diez competidoras diseña están gastando 100 millones de dólares para diseñar una aún mejor que estará en el mercado a los ocho meses. Esto no sucede con tapones para botellas, servicio de recortes de cupones, reciclado de aceite o cadenas de moteles.
La compañía tiene su hueco. Lo que convierte a una cantera en algo valioso es que nadie puede competir con ella. El dueño de la cantera más próxima no va a traer las piedras desde su pueblo porque sólo el transporte le comería todas las ganancias.
La gente tiene que seguir comprandolo. Yo invertiría antes en una empresa farmacéutica que en una de juguetes. Los medicamentos hay que seguir comprandolos, los muñecos no .
Es un consumidor de tecnología.  Empresas que están automatizando procesos en lugar de empresas de tecnología.
Los empleados son compradores. Es un indicador fiable.
La compañía esta recomprando acciones.
Títulos que hay que evitar.
Los títulos de moda pueden subir rápidamente, a veces sin relación con su valor, pero puesto que no hay nada más que aire y esperanzas apoyándolos, caen igual de rápidamente.
Otro título que yo no compraría sería el de una compañía considerada como la próxima IBM, McDonald’s, Intel, Disney…
Evitar la peorificación. Títulos con diversificaciones extrañas.
Cuidado con la acción de susurro. Que no te atraiga la historia, que te atraigan los números. Si estan buena, el año que viene también lo será.
Cuidado con las suministradoras. Interproveedor de mercadona.
Cuidado con los nombres interesantes.
Ganancias, ganancias. Valor de una compañía = Activos y Beneficio. Una acción no es un billete de lotería, es una parte de la propiedad de un negocio.
PER, precio/ganancia. El PER puede ser considerado como el número de años que le llevará a la compañia recuperar el valor de la inversión inicial, asumiendo que los beneficios se mantengan constantes.  El PER que para un Dow Chemical es una ganga no tiene por qué serlo para Wal-Mart.
Cómo obtener información. No hacer caso de los  rumores y si de la información que ofrece la empresa (balances…)
Leyendo los informes. Efectivo > Deuda a largo plazo o por lo menos, efectivo creciente y deuda disminuyendo.
Porcentaje de ventas. Supongamos que usted siente interés por Lexan Plastic y sabe que lo produce General Electric. Más tarde averigua que la división de plásticos representa sólo un 6.8 por ciento de los ingresos totales de GE. ¿Qué importancia puede tener entonces que Lexan llegue a ser un gran negocio? Para los accionistas de GE no va a cambiar gran cosa.
Relación precio/ganancia PER. Hay que comparar el PER con la tasa de crecimiento SI PER <= tasa crecimiento (ganancias anuales) es una buena compañía.
El valor contable. Si miramos un balance, la deuda (el pasivo es real), pero cuidado con los activos, pueden estar sobrevalorados. No es lo mismo el valor del stock de algodón que el stock de camisas de algodón.
El cash flow. Es la cantidad de dinero que la compañía ingresa.
Las existencias. Mirar cómo evolucionan las existencias.
Repasando los datos. ¿Qué sucedió? Como don Quijote, me enamoré tanto de la promesa que me olvidé que montaba un rocín.
Cosas a recordar. Si clasifica sus acciones según las categorías sabrá mejor lo que puede esperar de ellas. Que el constructor no te recomiende joyas ni el joyer construcciones. Invierta en compañías simples, que parezcan aburridas y rutinarias, que no estén de moda ni sean las favoritas de los especialistas de la bolsa. Que tengan moat. Las empresas que  no tienen deudas no pueden declararse en quiebra. Busque compañías que continuamente recompren sus propias acciones. Dedique al menos una hora a la semana al estudio de la inversión. Sumar sus dividendos y predecir sus ganancias y sus pérdidas no tiene nada que ver. Si tiene dudas, vuelva más tarde. Invierta al menos tanto tiempo y esfuerzo en elegir un nuevo título como invertiría en una nevera nueva.
¿Cuantas acciones son demasiadas? No tiene sentido diversificar en compañías sólo por el gusto de la diversidad, algo en lo que caen muchos pequeños inversores. Yo nunca pongo más de un 30-40 por ciento del activo de mi fondo en acciones de rápido crecimiento. El resto lo reparto entre las demás categorías.
Repartiendo el capital. La clave está en saber elegir, las sólidas son para moderar el riesgo, pero si la compras sobrevalorada, estas aumentando el riesgo.
Regando las malas hierbas. Si no puede usted convencerse de “cuando la acción baje un 25% soy un comprador”, y desechar para siempre que “cuando baje un 25% soy un vendedor”, entonces nunca sacará usted ningún beneficio decente de la bolsa.
Cuándo comprar. En navidad y en periodos de fuertes caídas.
Cuando vender. Sólidas. Si el PER se distancia demasiado del rango normal. Rápido crecimiento. Si las instituciones son dueñas, la recomiendan analistas y revistas definitivamente hay que vender. Por ejemplo, PER > 30 y beneficios entre 15 y 20
12 estupideces. La pesca de fondo es un pasatiempo popular entre los inversores, pero generalmente es el pescador el que resulta atrapado. Lo que suele suceder es que un título acuse una serie de vibraciones antes de alcanzar la estabilidad y desde ahí reemprende el ascenso. El proceso suele durar unos dos o tres años, y a veces incluso más. “Cuando rebote a 10 vendo”. esta mucho tiempo rondando 9.74, luego 4 y luego 1. La mayor parte del dinero lo consigo después de 3 o 4 años.
Opciones, futuros y ventas al descubierto. Elige entre hacerte rico lentamente o pobre rápidamente.

50.000 moscas pueden estar equivocadas. Personalmente, yo preferiría un horarios más corto. Nos dejaría más tiempo para analizar compañías e incluso visitar museos, cosas ambas más interesantes que ver subir y bajar los precios de las acciones.

1 comentario:

  1. Me gustaría añadir que peter lynch, como gestor del fondo Magellan, consiguió una rentabilidad anual media del 29,2 % entre 1977 y 1990 y en cambio la mayoría de los inversores de este fondo, perdió dinero. Ya que el control de las emociones y el no llevarse por las modas, son factores clave para asumir cualquier inversión. Me ha gustado mucho tu artículo, has echo un buen análisis del libro. Enhorabuena!

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