Cuando tenía 18 años estaba eligiendo universidad, quería ir a la UPV y al que también le hacía mucha ilusión que estudiara en la UPV era mi padre. Por una mala gestión entre los alumnos de las diferentes carreras de informática, no pude acceder a estudiar allí, cuando gente con menos nota que yo si que accedió, pero bueno, ya hace mucho años y no se lo tengo en cuenta a la universidad. Me toco ir la UJI y estuve tan agusto el primer año que me quedé y muchos años después tengo que decir que no me arrepiento de la decisión. Pero lo curioso de esta historia, es como con más de 30 años voy a poder cursar en la UPV, el master en big data analytics gracias a la empresa para la que trabajo. Por diferentes motivos, voy a cumplir ese sueño de ser alumno de la UPV sin haberlo forzado, simplemente ha aparecido.
Pensando en esto, recuerdo mi primer día en la asignatura de segundo Ingenieria del software impartida por Cristina Campos, lo primero que hizo fue preguntar que de que queríamos trabajar cuando terminaramos, fuí de los pocos que levantó la mano y dije sin dudar "Consultor SAP" no sabía muy bien lo que era, solo sabía que era un puesto muy pegado a la gestión empresarial, lo cual siempre me ha gustado y que se pagaba muy bien. Cuando terminé mis estudios ya no se pagaba tan bien, pero esa es otra historia. Lo curioso es que lo dije, pero no me obsesione con el tema, simplemente continue con mis estudios. Años más tarde, despues de acabar mis estudios y estar trabajando, como analista / programador pero no SAP, tuve que cambiar de trabajo y me salío una oferta para trabajar en una empresa donde sería consultor SAP, simplemente apareció.
Me parece muy curioso como se cumplen las cosas que deseamos. También tengo que decir, que no son sueños excesivamente grandes y por eso son fáciles de cumplir. Cualquiera puede ser consultor SAP y cualquiera puede entrar en la UPV, aunque por otro lado, para que se cumplan los sueños grandes, primero se tienen que cumplir los pequeños. Con esto no quiero decir que nos tenemos que rascar la barriga y esperar a que el universo nos de lo que queremos. Siempre, allá donde he estado, me he caracterizado por ser una persona muy curiosa, observar y mejorar son parte de mi personalidad. Además de aportar todas las ideas que se me ocurran, sean buenas o malas. Pero me pregunto ¿los sueños que ahora tengo en mi cabeza algún día simplemente aparecerán? No lo se, mientras tanto voy a seguir aprendiendo, trabajando y comunicando.
¡Papa al final voy a ir a la UPV!
Gracias a mi mujer Sandra, por todas estas horas de fin de semana que me regalas para que pueda perseguir mis sueños.